
Adolescentes en riesgo: Un conjunto de factores colocan a los adolescentes en una situación peligrosa con respecto a las enfermedades de transmisión sexual.
Características propias de la etapa como la rebeldía, aspectos fisiológicos, falta de información acerca de las distintas enfermedades transmisibles sexualmente; desconocimiento y desinterés acerca de las formas de contagio y prevención; además de diversos mitos instalados son algunas de las variables de esta problemática.
Aunque la adolescencia no se caracteriza por la accesibilidad, hay que intentar nuevas formas de acercamiento, hablarles de los temas sin miedos ni prejuicios para que puedan estar informados y sepan cómo cuidarse.
La adolescencia es una etapa difícil, llena de cambios físicos, psicológicos y emocionales. Las relaciones intrafamiliares se modifican profundamente en este período y suele resultar bastante difícil establecer una comunicación plena.
Sin embargo, esos jóvenes que a veces se presentan como huraños, rebeldes o apáticos, en el fondo se sienten muy inseguros y, a su modo, desean contar con apoyo y contención.
Es verdad que no quieren que invadan sus límites ni que los controlen y que incluso consideran aburridos o exagerados a quienes intentan advertirles acerca de los peligros que los rodean; pero detrás de la fachada de autosuficiencia están los miedos, la curiosidad, la falta de experiencia, los conflictos emocionales y, muchas veces, la soledad.
La mejor herramienta: la información
En este contexto, la información es un factor clave. No obstante, la mayoría de los adolescentes carece de la información más básica acerca de las enfermedades de transmisión sexual, las maneras de protegerse, los efectos y consecuencias del uso de distintas drogas, incluido el alcohol y el cigarrillo.
Las escuelas delegan en los padres, los padres en las escuelas y, en pleno siglo XXI muchos de nuestros jóvenes siguen creyendo mitos tales como aquel que indicaba que en la primera relación sexual no se podía embarazar o contagiar.
Por otra parte, con lo fundamental que resulta el uso del preservativo para prevenir todo tipo de enfermedades de transmisión sexual, es poco frecuente que los jóvenes sepan cómo usarlos correctamente y, especialmente las chicas, no suelen estar preparadas para enfrentar al varón y mantenerse firmes a la hora de pedirles que lo usen.Los adolescentes son un grupo de riesgo por diversas causas; es por eso que la información, el diálogo, la búsqueda de un modo de acompañarlos en este período tan difícil y tan importante de sus vidas, son grandes desafíos tanto para padres, como para médicos y educadores.
Factores de riesgo en la adolescencia
(que favorecen la infección por HPV u otras ETS)
Actitudes propias de la etapa adolescente
- Inicio precoz de relaciones sexuales
- Cambio frecuente de pareja
- Abortos o embarazos
- No uso o uso inadecuado de métodos anticonceptivos de barrera
- Fumar
- Utilización de drogas
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