domingo, 4 de julio de 2010


La adolescencia es una época de la vida que marca la transición entre la infancia y el estado adulto. Por lo general, se considera que comienza alrededor de los 12 o 13 años y finaliza hacia los 19 o 20 años. Durante este periodo, se producen grandes cambios y el adolescente verá como se desarrollan en él aspectos como el físico, el intelectual, el social, etc.

La adolescencia es el momento de nuestras vidas en que realmente comenzamos a aprender sobre el mundo que nos rodea y a encontrar nuestro lugar en él. Este aprendizaje implica el intentar nuevas experiencias, algunas de las cuales pueden resultar arriesgadas o incluso peligrosas. Los jóvenes a esta edad anhelan la excitación en una forma que la mayoría de los adultos encuentran difícil de comprender, sobre todo las actividades excitantes que pueden resultar peligrosas. Afortunadamente, la mayoría de los jóvenes buscan estas sensaciones en la música, el deporte u otras actividades que precisan de gran cantidad de energía pero que conllevan un escaso riesgo físico real.

Las primeras experiencias con la bebida, con drogas o el fumar generalmente tiene lugar en compañía de otros. Aquellos que lo hacen solos poseen un mayor riesgo. Las advertencias de los adultos al respecto suelen ser ignoradas, aunque si éstas proceden de algún adolescente mayor que ellos si suelen ser atendidas.

  • EL ALCOHOL: consideraciones generales.

El abuso del alcohol, en muchos casos, excesivo e incluso incontrolado, es el mayor problema en lo que a drogodependencias se refiere en el Estado Español. Sin la alarma de la ilegalidad y con la ayuda de la cotidianedad, en muchas ocasiones no se tiene la conciencia de su peligrosidad o de los daños (físicos, sociales, laborales y económicos) que produce.

En nuestro país desde hace numerosos años, la droga que está causando mayor problemática socio-sanitaria es sin lugar a dudas EL ALCOHOL, pese a que otras drogas estén impactando actualmente con más fuerza en la sensibilidad de la población y puedan parecer más preocupantes.

El alcohol (etanol) es un depresor del Sistema Nervioso Central. Se absorbe por la mucosa del tubo digestivo, sobre todo a nivel del intestino delgado. El alcoholismo ha sido definido por la O.M.S. en 1952 “son alcohólicos/as aquellos/as bebedores/as excesivos cuya dependencia del alcohol ha alcanzado tal grado, que da lugar a trastornos psíquicos, a complicaciones somáticas y/o conflictos en sus relaciones interpersonales y sus funciones sociales”.

Hasta no hace mucho tiempo, el alcohol se mantenía dentro de unos límites normales y para determinadas celebraciones, hasta que llegó su fabricación, industrialización y difusión comercial. En cambio, la sociedad actual no puede comprenderse sin alcohol, forma parte de nuestra vida, hasta el punto de que ya no es privativo de ciertos momentos, ceremonias, festividades, etc. En la actualidad, se consume durante todo el año, durante todos los momentos de la vida y sólo o acompañado, con independencia de la edad, sexo, condición y estado anímico
  • JOVENES Y ALCOHOL: ¿por qué beben los jóvenes?

En el ámbito global, es importante tener en cuenta que ha habido un cambio considerable en las costumbres sociales que favorecen de alguna manera el consumo de alcohol. Por un lado, se tiende hacia las Macrosociedades, donde cada vez se da más una pérdida de valores, y por otro los/as jóvenes tenemos hoy una mayor independencia económica en líneas generales, que nos permite entrar de lleno en la Sociedad de consumo. En definitiva, podríamos decir que tanto el alcohol como otras drogas, están en nuestra Sociedad porque cumplen determinadas funciones, entre las que están, la de servir de elemento de integración para unos/as jóvenes y de evasión para otros/as.

A partir de aquí podríamos constatar que la mayoría de los/as jóvenes no solo beben por placer, sino, por otras múltiples razones que se podrían agrupar en dos procesos:

1. La búsqueda de efectos agradables. El encontrarse a gusto, búsqueda de una mayor capacidad de relación, etc.

2. Elementos de presión social, el bombardeo de la publicidad y la oferta, etc.

Para cada uno de estos procesos existen una serie de factores que podríamos diferenciar en:

* De tipo Social

  • La dificultad de asumir algunas realidades cotidianas.

  • El papel que hace del alcohol compañía habitual en las relaciones sociales.

  • La publicidad, dirigida de una manera especialmente agresiva a los jóvenes.

  • La aceleración del ritmo de vida.

  • La inseguridad en el porvenir de los/as jóvenes, amenazado por el fantasma del paro.

* De tipo Familiar

  • El consumo de alcohol dentro de la familia es siempre referencia para los/as jóvenes y afecta sobre todo en el adelanto de la edad del consumo por parte de estos.

* De tipo Grupal

  • Normalmente se bebe en grupo para divertirse y ser aceptado, y en alguna medida para mantener una relación grupal.

* De tipo Individual

- Problemas de socialización.

  • Dependencia afectiva.

  • Problemas de personalidad.

Otras veces se acude al alcohol por curiosidad, por el afán de experimentar, de conocer aquello de lo que se habla y que tan peligroso parece. También para facilitar el contacto y la comunicación en las relaciones sexuales, pero por el contrario, esto no solo no lo facilita, sino que lo dificulta y aporta efectos contrarios a los buscados. Otra de las formas de acercarse al alcohol por parte de los jóvenes es para participar de la sociedad de los adultos, cuyas actitudes tomamos como referencia en numerosas situaciones cotidianas.

Generalmente, el joven tiene dificultades en saber cual es su límite, y pocas veces tiene conciencia de cuando tiene que parar de beber. Con el tiempo, la forma de beber de los jóvenes ha cambiado considerablemente. Los jóvenes consumen alcohol intermitentemente y sin apenas diferencia en los sexos, la mujer ha alcanzado al varón. Se bebe los fines de semana y las bebidas preferidas por los jóvenes son la cerveza, las bebidas destiladas y los combinados. Se busca una rápida intoxicación y se ocupa casi la totalidad del tiempo libre en beber. Incluso el alcohol está presente en otro tipo de actividades que podrían ser susceptibles de ser en cierto modo alternativas al consumo, como por ejemplo en excursiones y acampadas, celebraciones deportivas, etc. El consumo se da en todas las capas de la sociedad.

Los problemas que acarrea el alcohol giran siempre en torno a la salud, y aunque la mayoría de los jóvenes no son conscientes de las consecuencias a medio y largo plazo, si sufren otro tipo de consecuencias a muy corto plazo como son los distintos problemas y desequilibrios de la personalidad (que aumentan el número de conductas delictivas al estar borracho), y por supuesto las secuelas de un alto índice de accidentes de tráfico producidos por la alta ingestión de alcohol.

Para una buena concienciación por parte de los jóvenes de la gravedad de este problema, el Estado debería tomar más parte en el asunto y endurecer la normativa vigente en cuanto a edad de consumo, lugares de venta, mayor información con campañas divulgativas y sobre todo, la presentación de actividades de ocio y tiempo libre que pudieran suplir al consumo de alcohol.

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