sábado, 25 de septiembre de 2010

problemas por los que puede llegar a pasar un adolescente!



Adolescencia, momento de la vida donde se pueden sentir tormentos y fuertes emociones así como frecuentes enfrentamientos entre las generaciones jóvenes y la de los adultos.

Los cambios físicos aparecen a partir de los diez u once años en las mujeres y un poco después en los varones. Debido a la velocidad de la transformación del cuerpo, muchos adolescentes están preocupados por su apariencia y necesitan ser tranquilizados. Todo este crecimiento, utiliza gran cantidad de energía, lo cuál podría tener que ver con la necesidad que tienen de dormir más. El levantarse tarde de los adolescentes irrita a los padres pero no es producto de la pereza de sus hijos, sino de causas hormonales y físicas.

Es importante tener en cuenta que cada sujeto se desarrolla a un ritmo diferente.

Además del rápido desarrollo físico, se producen grandes cambios emocionales que aunque son positivos, a veces pueden ser confusos e incómodos para los adultos y para el propio sujeto.

Para construir una nueva forma de ser en el mundo… los adolescentes deben salir de sus casas. El grupo de amigos es lo más importante en este momento de la vida, y es el lugar donde ellos van a construir su nueva subjetividad. Los padres se hacen menos imprescindibles. Los jóvenes pasan mucho tiempo hablando por teléfono, al frente de la computadora, escuchando música o fuera de casa, lo que irrita a los padres y produce conflictos.

Los conflictos y discusiones, aunque sean frecuentes, no tienen que ver con la personalidad de los padres ni con el que ellos. No es que no nos aprecien o no nos quieran más, sino que está relacionado con la necesidad de los adolescentes de independizarse y construir su propio proyecto de vida.

A la vez que se esfuerzan por ser más independientes, intentan nuevos caminos; pero si se enfrentan con dificultades, suelen enfurecerse, estar mal humorados y perder la confianza en sí mismo; lo que los lleva a refugiarse en sus familias.


Los problemas más frecuentes que pueden atravesar los adolescentes son:


Problemas emocionales:

Que adolescente no se ha sentido tan triste que ha llorado y deseado alejarse de todo y de todos; pensando que lo vida no merece la pena vivirla. Estos sentimientos pueden dar lugar a un estado depresivo que puede esconderse bajo excesos alimenticios, problemas para dormir y preocupaciones excesivas sobre su apariencia física. También pueden expresarse estos trastornos en forma de miedos o ataques de pánico.


Problemas de conducta:

Por un lado los adolescentes desean que sus padres sean claros y les suministren límites precisos pero cuándo esto se realiza, ellos sienten que le quitan la libertad y no le permiten tomar sus propias decisiones. Se producen desacuerdos y muchas veces los padres pierden el control no sabiendo que les está pasando a sus hijos, ni donde están.

Por lo tanto, es importante que los padres pregunten y conozcan donde están sus hijos, con quién están y adonde van. Y los hijos informen a sus mayores.


Problemas escolares:

Muchas veces los adolescentes rechazan ir al colegio expresando así una dificultad en separarse de sus padres. Esto se puede expresar en forma de “dolores de cabeza” o “estómago”.

Otros de los problemas puede ser la dificultad de integración al grupo de pares o conflictos con algún alumno, puede estar siendo acosado por algún compañero. Todas estas situaciones pueden hacer que concurrir al colegio se convierta en una experiencia solitaria y amenazadora.

Otros problemas pueden estar asociados a estados depresivos, ansiosos y a la falta de confianza en sí mismos para encarar los desafíos del aprendizaje escolar y el de hacerse de amigos.

Estos problemas emocionales afectan al rendimiento escolar, pues es difícil poder concentrarse en la tarea cuando se está preocupado por uno mismo, los problemas familiares o de amistades.


Problemas sexuales:

A veces los adolescentes son tímidos y están preocupados por su físico y esto lleva a que no hagan preguntas acerca del sexo a sus mayores. En otras oportunidades pueden recibir información errónea de sus amigos y compañeros.

En otras ocasiones, puede ocurrir que sus experiencias sexuales las realicen en situaciones de riesgo de embarazos no deseados o de posibles contagios de enfermedades de transmisión sexual. El frecuentar situaciones de riesgo puede indicar problemas emocionales o reflejar una necesidad de vivir al límite.

Para prevenir dichos problemas sexuales es importante que los padres, docentes, médicos de cabecera o centros de orientación familiar, ofrezcan a nuestros jóvenes la adecuada información y orientación sexual.


Problemas de alimentación:

Pueden sufrir de anorexia o bulimia nerviosa. Con respecto a la primera enfermedad, el sujeto se niega a comer y se ve con sobrepeso aunque realmente esté muy delgado. Con respecto a la bulimia, pueden tener sobrepeso o no pero ellos canalizan sus problemas a través de la ingesta inadecuada de alimentos, esto los deprime y hace que deseen superar este estado de ánimo a través de la comida produciéndose un círculo vicioso difícil de controlar si no se los pone en tratamiento.


Problemas con el uso de alcohol, drogas y pegamento:

El alcohol es la droga que mayor frecuencia causa problemas en los adolescentes. Los padres deben estar atentos a cualquier cambio repentino y grave de conducta de sus hijos.

La mayoría de las dificultades en la adolescencia no son ni graves ni duraderas, pero el adolescente tiene que pasar por alguna de ellas para constituirse en un ser libre e independiente con un proyecto de vida.

Los padres todavía cumplen un papel importante brindando una base segura a sus hijos. Para ello tienen que ponerse de acuerdo entre sí sobre como están manejando las cosas y apoyarse el uno al otro. No hay que realizar alianzas con el hijo, contra el otro progenitor.

Los padres son los que mantienen a sus hijos, por eso ellos tienen que decidir cuáles son las reglas del juego aunque a veces puedan ser negociadas y acordadas entre padres e hijos. Dichas reglas deben ser razonables y serán menos restrictivas cuándo el adolescente se haga más responsable.

Se debe mantener un diálogo fluido y permanente con los hijos así ellos podrán acudir a nuestro encuentro cuándo lo necesiten. Para ello es preciso que se sientan escuchados, no criticados y no avasallados.

Diálogo y escucha, dos principios fundamentales para afrontar todos los cambios que se suceden en este maravilloso momento de la vida de nuestros hijos.

domingo, 19 de septiembre de 2010

acv en adolescentes

Factores de riesgo en la Infancia y Adolescencia
Comunicación interauricular
Estenosis de la válvula mitral
Estenosis aórtica
Rabdomioma cardíaco
Coartación de aorta
Malformación cardíaca compleja
Prolapso de la válvula mitral
Ductus arterial
Comunicación interventricular
Vasculopatías
Síndrome de moya-moya
Disección arterial espontánea
EhlersDanlos
tipo IV
Enfermedad de Fabry
Neurofibromatosis
Pseudoxantoma elástico
Síndrome de Down
Síndrome de Williams
Síndrome de Noonan
Síndrome del (10)(p14p15.1)
Síndrome asociado a libedo
reticularis congénito
Hemoglobinuria paroxística nocturna
Policitemia
Deficiencia de proteína C
Deficiencia de proteína S
Sepsis
Trombocitosis
Síndrome de radio ausentetrombocitopenia
Púrpura trombocitopénica trombótica
Síndrome de transfusión
gemelogemelo
Deficiencia de vitamina K
Enfermedad cardíaca adquirida
Endocarditis bacteriana
Cardiomiopatía
Prótesis valvular
Fiebre reumática
Arritmia
Mixoma auricular
Endocarditis de LibmanSachs
Infarto de miocardio
Miocarditis
Trastornos metabólicos
Homocistinuria
Acidemia isovalérica
MELAS
Acidemia metilmalónica y propiónica
Deficiencia de ornitina
transcarbamilasa
Enfermedad de Menkes
Anomalías cerebrovasculares
congénitas
Displasia fibromuscular arterial
Malformación arteriovenosa
Malformación cavernosa
Telangiectasia hemorrágica
hereditaria
Aneurisma intracraneal
Síndrome de Sturge-Weber
Enfermedad vascular sistémica
Arteriosclerosis
Diabetes
Hipercolesterolemia familiar
Hipernatremia
Progeria
Síndrome de la vena
cava superior
Hipertensión sistémica
Hipotensión sistémica
Trastornos vasoespásticos
Hemiplejía alternante
Migraña
Vasoespasmo debido a hemorragia
subaracnoidea
Vasoespasmo cerebral/retiniano
primario
Traumatismos
Trauma de la arteria cervical
Abuso
Defecto de la coagulación con
mínimo trauma
Disección con trauma mínimo
Embolismo graso o aéreo
Embolismo fibrocartilaginoso
Embolismo por cuerpo extraño
Trauma intraoral
Trauma penetrante cerebral
Disección arterial postraumática
Fístula carotídeacavernosa
postraumática
Vasculitis
Sida
Síndrome de Behçet
Dermatomiositis
Adicción a drogas (cocaína,
anfetamina, marihuana)
Angeítis granulomatosa
Enfermedad inflamatoria intestinal
Síndrome de Kawasaki
Meningitis. Varicela
Enfermedad mixta de tejido
conectivo
Poliarteritis nudosa
Angeítis cerebral primaria
Artritis reumatoide
Síndrome de Sneddon
Lupus eritematoso sistémico
Arteritis de Takayasu
Trastornos hematológicos
y de la coagulación
Anticuerpos anticardiolipinas
Anticuerpos antifosfolípido
Deficiencia de antitrombina III
Coagulación intravascular
diseminada
Anemia de Fanconi
Hemoglobinopatías (falciforme,
hemoglobina SC)
Síndrome urémico hemolítico
Púrpura trombocitopénica inmune
Leucemia y otras neoplasias
Disfunción hepática con defecto de
la coagulación
Anticoagulante lúpico
Síndrome nefrótico
Anticonceptivos orales
Yatrogénico
Anticoagulación
Arteriografía
Balón de angioplastia
Trasplante de médula ósea
Cirugía cardíaca
Ligamiento de carótida
Quimioterapia con trombocitopenia
Manipulación quiropráctica
Anticonvulsionantes maternos
Postirradiación
Cateterismo de la arteria temporal
Cateterismo de la arteria umbilical
Terapia con Lasparaginasa,
metilfenidato
ácido valproico

Es importante destacar que aún en las mejores series reportadas (2), en la mitad
de los pacientes con ictus isquémico no se puede realizar el diagnóstico de una
condición previa que lo justifique .Es de esperar que con la introducción en la
práctica de las nuevas técnicas neurorradiológicas ( TAC simple y contrastada,
las diferentes técnicas de Resonancia magnética nuclear, los estudios Doppler y
los estudios del flujo sanguíneo regional con tomografía de emisión de
positrones, entre otros) se pueda cambiar estos resultados.
Los cuadros clínicos que cursan habitualmente con isquemia cerebral en la
infancia se corresponden más frecuentemente con:
- Obstrucción de la carótida y/o alguna de sus ramas
- Obstrucción del sistema vertebrobasilar
- Obstrucciones venosas y de los diferentes senos venosos
- Síndrome de Moya-Moya
- Displasia fibromuscular
- Disecciones arteriales
- Arteritis cerebral
En cuanto al territorio vascular comprometido, la afectación más frecuente
ocurre a nivel del territorio carotídeo (carótida interna y sus ramas), aunque
también pueden resultar afectado el territorio vertebrobasilar, las venas y los
senos venosos de la duramadre. El conocer el territorio cerebral irrigado por
cada una de los vasos es importante para poder identificar el vaso ocluido,
aunque en los niños al igual que en los adultos existen oclusiones con territorio
menos definido como es el caso de oclusiones de arterias pericallosas, en
candelabro y temporales. En los niños no son infrecuentes las paradas
cardíacas con insuficiencia vascular cerebral global, causantes de inconsciencia
que puede llegar al coma y responsable de signos neurológicos focales agudos
como la ceguera cortical. En otras ocasiones la obstrucción arterial es lenta y
solapada y el perfil clínico es entonces diferente (Arteritis, Síndrome de Moya-
Moya), expresándose por ejemplo por un cuadro epiléptico de difícil control,
trastornos del aprendizaje/conducta, etc.
Las obstrucciones vertebrobasilares en los niños, aunque no frecuentes, es
necesario tenerlas en cuenta sobre todo en varones, por su mayor actividad y
juegos de contacto físico con otros niños. Los sitios de la oclusión más
frecuentes son a nivel del agujero occipital, C-1 y C-2; en ello influyen por un
lado, la gran movilidad de la articulación occípito-atloidea y por otro las
importantes deflexiones y estrechamientos que sufren las arterias vertebrales en
su recorrido desde su origen hasta que penetran por el agujero occipital. Cuando
además coexisten malformaciones de esta zona como: ausencia de odontoides,
Síndrome de Klippel-Feil, hipoplasias vasculares, o infecciones del cuello,
frecuentes a estas edades, el riesgo de este tipo de oclusiones aumenta. Es
frecuente en esta localización la disección arterial y más raramente el embolismo
cardíaco; obsevándose un elevado riesgo de recurrencia de ictus que puede
llegar a ser mayor de un 20% en estos enfermos. En su diagnóstico, cuando
existe un alto índice de sospecha, si la la angiorresonacia resulta normal, es
necesario llegar a la angiografía cerebral, siendo útil además los estudios de
radiografía cervical en flexión y extensión.
Los episodios isquémicos transitorios (ATI) son propios de la edad adulta
aunque pueden ser observados en los niños, como ha sido la experiencia del
autor de este artículo. Se han podido observar en pacientes con alteraciones
estructurales de los vasos cerebrales congénitas, endocarditis bacteriana,
hipertensión arterial, hipercolesteronemia, entre otros.
Hay pocos reportes de ATI en niños y puede resultar por lo demás difícil
distinguir un evento neurológico focal isquémico transitorio agudo, de una crisis
epiléptica inhibitoria o de un episodio de migraña hemipléjica.
En los pacientes con anemia de células falciformes, los ATI predicen un ictus
con un riesgo relativo de 56 (95% intervalo de confianza ). Todo niño que
presente un ATI debe ser adecuadamente estudiado en busca de la causa que
lo ocasionó.
Las oclusiones senovenosas pueden ocurrir en el curso por ejemplo de
infecciones (de la cara, oído y senos perinasales), cardiopatías congénitas
cianóticas y deshidrataciones; producen un cuadro clínico que puede ser agudo
o subagudo, más bien inespecífico, dado por cefalea, crisis epilépticas, toma de
conciencia y abombamiento de fontanela. Cuando ocurre la oclusión de un gran
seno dural, se produce una insuficiencia importante del drenaje venoso
intracraneal con la consiguiente hipertensión en este compartimento. La oclusión
más frecuentemente diagnosticada es la del seno longitudinal superior y la más
grave la trombosis de la tórcula o prensa de Herófilo.
Castroviejo (1) reporta en su serie que el 85% de los niños con ictus isquémicos
debutaron con hemiplejía y el 44% lo hicieron a través de crisis epilépticas,
generalizadas (26%) y focales (18%).
Diagnóstico y Tratamiento
Las causas más frecuentes de los ictus isquémicos en la infancia son las
cardiopatías congénitas y la anemia de células falciformes. Los niños pueden
presentarse con o sin hemiparesia y pueden tener fiebre, dolor de cabeza y
afectación del nivel de conciencia. A pesar de que los estudios de ictus infantiles
aún son escasos, el diagnóstico rápido y el tratamiento especializado que
incluya, una adecuada oxigenación y ventilación, la prevención de la hipertermia
y las convulsiones, así como el mantener la presión arterial dentro de valores
normales y un correcto balance metabólico, resultan importante y favorece la
evolución de estos pacientes. Algunos niños bien seleccionados pueden
beneficiarse de tratamiento anticoagulante así como otros pueden hacerlo con la
terapia trombolítica. En los enfermos de Anemia de Células Falciformes
además, el uso de transfusiones de sangre lo suficientemente frecuente para
mantener los niveles de Hemoglobina S por debajo de un 30%, reduce los
riesgos de recurrencia de los mismos desde un 67% a un 10%. Los niños con
ictus agudos deben ser rápidamente atendidos en unidades especializadas en
ictus e incluidos en protocolos diseñados para el manejo y estudio de los ictus
infantiles. (

domingo, 5 de septiembre de 2010

cambios hormonales i Psicologicos en adolescentes

La adolescencia es una etapa de maduración y transición psicosocial entre el niño y el adulto joven. Suele comenzar hacia el segundo año del inicio puberal y se extiende hasta los 20 años. En esta etapa de la vida el individuo experimenta cambios hormonales y psicológicos. A continuación se detallan los más frecuentes.

Los cambios hormonales
La pubertad es la etapa de maduración sexual debida a distintos cambios hormonales. En las niñas suele iniciarse de los 8 a los 13 años, y en los niños de los 9 a los 14. En esta época existe una aceleración en el crecimiento del individuo, en 2-3 años aumenta el 50% de su peso y el 25% de la talla predecente.

En esta etapa se desarrolla la función de determinadas glándulas con la producción de hormonas que dan lugar a los caracteres sexuales masculino y femenino y a la capacidad de reproducción. Los signos que marcan el comienzo de la pubertad son los cambios en las mamas en la mujer y el aumento del tamaño de los testículos en el varón. En este sentido se aceptan de forma universal las etapas descritas por Tanner *:


Los cambios prematuros
Se considera pubertad adelantada cuando la aparición de los caracteres sexuales -como desarrollo de las mamas, aumento de testículos y vello pubiano- ocurren a una edad más prematura de lo habitual: 9 años en las niñas y 10 en los niños. Esto suele ser más frecuente en las niñas y viene acompañado de una maduración en el desarrollo de los huesos, que determina una discreta disminución en la talla final.

Desde la menarquia (primera regla) hasta uno o dos años después los ciclos de la menstruación pueden ser irregulares y la cantidad de sangrado variable. En este grupo de edad la causa más frecuente de hemorragia uterina anormal es la presencia de ciclos anovulatorios; es decir, que no se producen óvulos y el sangrado se origina por una estimulación continuada de hormonas (estrógenos).

Los cambios psicológicos
La pubertad se considera como una etapa de tránsito y de trance difícil tanto para los padres como para el propio adolescente. Se dan muchos antagonismos que se expresan con brusquedad y radicalidad, formando parte del proceso de afirmación de la personalidad del adolescente. Son importantes los cambios en la escuela y en las relaciones grupales. Además el adolescente experimenta cambios en su mente:

Aprende de sus emociones y límites, incluidos los de riesgo (como juegos y drogas).
Busca su identidad. Se separa e independiza de la figura paterna
Siente inseguridad respecto a su imagen, que se contrapone a autosuficiencia cuando se encuentra entre un grupo de amigos, donde imita creencias y prácticas.
El adolescente es hipercrítico con sus padres, al contrario que con los amigos. La visita al médi En el adolescente es muy importante un planteamiento global que incluya aspectos psíquicos, biológicos y del entorno social en el que vive. Está descrito que en esta etapa las consultas más frecuentes a los profesionales sanitarios son por problemas en la piel, mareos, cefaleas, dolores abdominales y problemas dentales.
Siempre debemos estar alerta para poder detectar alteraciones en la alimentación y realizar una adecuada educación sanitaria para prevenir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. La enfermedad psíquica grave sólo afecta a un 5 por ciento de los adolescentes. Entre las patologías y comportamientos más habituales encontramos:

Trastornos del comportamiento que pueden llegar a actos delictivos.
La depresión
Fracaso escolar. Puede llegar a afectar hasta a un 20-40% de los adolescentes.
Trastornos psicosomáticos, son diferentes problemas psíquicos que se manifiestan como dolores abdominales, cefaleas, mareos, etc.
En esta edad la mortalidad está hasta en un 64% de los casos provocada por causas externas, como los accidentes, la violencia y el suicidio.

Los padres se deben preparar para acoger estos cambios en su hijo, pero no deben vivirlos con angustia, sino como algo normal dentro de su etapa de desarrollo. Deben intentar aprender de él y de su entorno, y seguir el proceso con flexibilidad, escuchando atentamente y teniendo en cuenta las opiniones de su hijo.

Consejos a tener en cuenta:
Educación sanitaria en todos los ámbitos: escuela, familia y sanidad.
Vacunas: asegurarse de que el adolescente esté correctamente vacunado. En este campo es importante prevenir la Hepatitis B.
Fomentar la práctica de deportes en grupo.